FALLECE EL DIESTRO AMADEO DOS ANJOS, LA MEJOR MULETA LUSA

Amadeo Dos Anjos vestido de luces.

Amadeo Dos Anjos vestido de luces.

En Navarra, por lo menos, toreó dos tardes, en las plazas de Corella y Tafalla.

El matador de toros portugués Amadeu Dos Anjos murió el jueves por la mañana a los 76 años de edad víctima de un paro cardíaco en plena calle.

Recordado siempre como el mejor muletero portugués, Amadeu Dos Anjos nació en Safurdão (Pinhel) el 13 de Marzo de 1942. Dio sus primeros pasos en la Escuela de Lisboa, de la mano de los maestros Augusto Gomes Junior, Sebastião Saraiva y Julius Procopio.

Pronto se afincó en Salamanca para cumplir el sueño de ser torero. En 1962 se anunció hasta en siete ocasiones en la Plaza de toros de Las Ventas, una de ellas, el 23 de septiembre, colgando el cartel de No Hay Billetes.

Según Farpasblogue, esa misma temporada toreó 25 novilladas y al año siguiente sufrió una grave cornada en Castellón, lo que no le impidió hacer el paseíllo ese año en 31 novilladas y además tomar la alternativa en Salamanca, que recibió el 13 de septiembre con Paco Camino como padrino y Manuel Benítez El Cordobés como testigo ante toros de la ganadería portuguesa Alberto Cunhal Patrick.

Confirmó el doctorado justamente tal día como hoy, 3 de mayo de 1964 en Madrid. Aunque tuvo una corta trayectoria profesional, fue uno de los matadores lusos más premiados en España. En su país recibió el Premio Bordalo en 1967 y el prestigioso Premio Prensa, que era atribuido por la Casa de la Prensa, en 1968.

En Navarra

En esta tierra sumó, al menos, dos tardes. La primera, en la plaza de Corella, en 1963. Fue un festival en el que alternó con Isidro Marín (dos orejas), Paco Camino (rabo) y Curro Ortuño (dos orejas), que sustituyó a Juan Calleja. Lleno. Se lidiaron seis novillos de Gabriel García; los dos últimos fueron regalados por el empresario de la plaza, Julián Marín.

El diestro portugués fue aplaudido tras despachar al primero de su lote. Y se quitó la espina en el que cerró plaza. Según la prensa local, le realizó una faena maravillosa de capa y otra excelente de muleta. Acertó con la espada y paseó las dos orejas y el rabo del novillo.

Al año siguiente, toreó en la plaza de Tafalla pero no gozó de tanta suerte. Alternó Orteguita, que se fue de vacío, y Emilio Oliva, que le cortó las dos orejas al segundo de su lote. Todos ellos lidiaron toros de Ignacio Sánchez. El portugués, en esta ocasión, no cortó trofeos y se tuvo que conformar con una ovación.

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