El torero sevillano padeció en Alicante una cogida muy grave que le mantiene alejado de los ruedos.
El matador de toros Manuel Escribano, de 32 años, se desplazó a principios de esta semana hasta Pamplona para ser tratado en la Clínica Universitaria de su lesión en la pierna derecha, provocada por una muy grave cornada que le infirió un toro de Adolfo Martín el pasado 25 de junio en la plaza de Alicante.
“Me han estado tratando el lunes y el martes, y me han realizado diversas pruebas. El primer día, me exploró el doctor Eduardo Martínez Vila. Y veinticuatro horas después fue sometido a un electromiograma y a una resonancia. El objetivo es tener otro diagnóstico de los nervios y músculos deteriorados, poseer una segunda opinión”, explicó ayer el diestro sevillano.
Respecto a por qué había elegido Pamplona, una ciudad tan distante de su Sevilla natal, fue claro. “Primero porque Pamplona tiene fama por su buen sistema sanitario. Y en segundo lugar, porque la Clínica Universitaria se caracteriza por la alta calidad de su servicio y por el máximo nivel de sus profesionales, que me pueden aportar algo para una recuperación rápida”, afirmó el de Gerena.
Aquel 25 de junio, tras la grave cogida, se hizo público el siguiente parte médico: “Escribano sufre una herida por asta de toro en Triángulo de Scarpa de 12-14 centímetros de profundidad, que produce arrancamiento completo de vena femoral y de safena interna. Presenta asimismo evisceración de testículo izquierdo, con pérdida de superficie escrotal. Cuadro hemorrágico severo con shock hipovolémico. Las lesiones son de pronóstico muy grave. Doctor: José María Reyes”.
“La pérdida de sangre por la cornada fue brutal, y muy rápida. La parte baja de mi pierna derecha no regaba bien. Ahora tengo afectado el nervio ciático a la altura de la cabeza del peroné. Por ello, me falta movilidad en el pie derecho y el retorno venoso, de la sangre hacia el corazón, es lento”, indicó Escribano.
El torero mantiene la esperanza de una buena recuperación y más al recordar que su lesión guarda bastante similitud con la que sufrió David Mora, madrileño que logró volver a torear y que incluso hace unos meses salió por la puerta grande de Las Ventas. “Ahora toca esperar, tener paciencia y estar convencido de que me voy a recuperar, como Mora hizo. Si Dios quiere, intentaré estar repuesto para poder torear todavía alguna corrida en América y, si esto no es posible, para reaparecer a comienzos de la próxima temporada”, adelantó el andaluz.
Manuel Escribano fue contratado para torear en Pamplona la corrida de Miura, el 14 de julio pero no pudo hacerlo. Además, se dijo que estaba algo enfadado con la empresa, como que no quería torear la de Miura.
“Estuve contratado pero me fue imposible acudir y fue sustituido por Javier Castaño. Y sí, es cierto que no estaba contento con la empresa. Nunca me negué a torear la de Miura pero quería otra tarde más. Por otro lado, creo que me merecía que me hubiesen llamado antes y no a última hora, el mismo día de la presentación de los carteles”, matizó el torero.
Pelillos a la mar y a la espera de los resultados de las pruebas, todavía no saber si tendrá que volver a Pamplona. “Ahora mismo, no sé nada. Cuando me comuniquen los resultados, lo sabré. Aunque donde sí quiero regresar es a los carteles de Pamplona. En este sentido, la Casa de Misericordia sabe que caigo bien en Pamplona, y que siempre hago méritos para estar aquí. Por ello, si todo va normal, aquí estaré por San Fermín”, concluyó Escribano.