Pocos corredores aguantaron en la cara de los toros.
Los cuatro utreros sevillanos de Santa Teresa completaron el recorrido en menos de dos minutos. Reportaje fotográfico: Alberto Arelizalde.
El séptimo y último encierro de las fiestas de Sangüesa volvió a ser veloz. En menos de dos minutos, desde su salida de los corrales de San Salvador, los cuatro utreros de la ganadería sevillana Santa Teresa y los cinco mansos completaron los 528 metros del recorrido hasta la plaza de toros.
“Los he sacado del corral y los toros se han adelantado muy rápido”, contaba el pastor Juan Carlos Oiza. Los cuatro utreros cogieron una velocidad punta que los cabestros no pudieron seguir.
“Un encierro emocionante, muy de Sangüesa”, mencionaba Daniel Azcona Zabalza, quien corre todos los años. “Los que han podido colocarse delante del toro habrán disfrutado mucho”, explicaba Azcona. Dani Hernández de Miguel, quien debutó el viernes como novillero, tampoco había logrado adelantarse al toro. “La gente ha empujado pero estamos vivos que ya es mucho”, aseguraba Hernández.
Las asistencias médicas no practicaron ninguna atención sanitaria ligada al encierro y la única intervención fue una herida en un dedo de la mano por un revolcón.
Información de Nagore Larrañaga, publicada en Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX