Manolo Rubio a merced del toro, ayer en Las Ventas. Fotografía: Javier Arroyo.
Quien también es doblador del encierro sufrió una cornada en el muslo derecho y una grave lesión en el la rodilla de la misma pierna
El subalterno Manolo Rubio, albaceteño de nacimiento pero afincado desde muy joven en Pamplona, resultó ayer cogido en Las Ventas cuando trataba de apuntillar al peligroso quinto toro de Victorino Martín. Quien también es doblador del encierro de Pamplona y tercero de la cuadrilla de Antonio Ferrera, sufrió una cornada en el muslo derecho y una grave lesión en la rodilla de la misma pierna.
El toro se echó tras la estocada pero estaba con la cabeza. Rubio fue por delante para apuntillarlo, entonces el toro se levantó y lo prendió con saña, con la mala fortuna de que dobló completamente la rodilla del veterano banderillero, que fue trasladado a la enfermería de la plaza madrileña entre ostensibles gestos de dolor.
En la enfermería, y según el parte emitido por el doctor Máximo García Padrós, el torero de plata fue atendido de una “luxación completa de rodilla derecha, que provoca la rotura de todos los ligamentos (‘pentada’) y herida por asta de toro en periné, con orificio de entrada y salida, de 15 centímetros, que alcanza el pubis, contusiona el recto y la uretra. Pronóstico grave. A la espera de estudio radiológico. Se le traslada al Hospital Virgen del Mar”.
Manolo Rubio, de 64 años, nació en la localidad albaceteña de Villarrobledo pero se afincó en Pamplona cuando todavía era un chaval. Y fue en la capital navarra donde tomó la alternativa en 1974 -19 de abril- de manos de Ricardo de Fabra. Cuatro años después, cambió el oro por la plata y pasó a engrosar las filas de los subalternos, donde alcanzó prestigio por su buen hacer.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX