Un momento del encierro de esta mañana, segundo de las fiestas. Fotografia: Miguel Osés.
Las vacas de la ganadería de Teodoro Vergara, de Falces, han corrido de forma rápida y limpia, aunque dando sustos a los corredores continuamente.
A las 9 horas arrancaba el segundo descenso del monte en la localidad foral de Falces, en el que ha sido un encierro limpio y sin grandes percances. Dos personas han sido atendidas por el equipo de DYA tras terminar el encierro, ambas «leves» tal y como han indicado los propios asistentes médicos.
Aún así, se trata de un varetazo que ha sufrido un hombre en la espalda (golpe de lado del toro con la asta) y una contusión en el brazo. Son de dos chicos jóvenes de 35 y 22 años, ambos son naturales de Pamplona y han sido atendidos en el momento. «El varetazo le ha dejado una herida en la espalda a uno de ellos», han concretado desde los servicios sanitarios.
Estos son los momentos de mayor tensión de uno de los pamploneses heridos en este segundo encierro, que ha sido atrapado por las astas de una de las reses durante el descenso. Asimismo, así ha vivido otro corredor la incertidumbre de encontrarse a centímetros del vacío en un encierro que, en fotos, se ha vivido de esta manera.
En este segundo encierro del lunes han corrido las vacas de la ganadería Teodoro Vergara, del propio municipio de Falces. Lo han hecho de forma rápida y dando más de un susto hacia los lados durante el descenso de la última cuesta, que llega al pueblo.
De esta forma, las atenciones sanitarias han sido menos que las del primer encierro falcesino, pero ha seguido seguido levantando su expectación habitual, con gran afluencia de seguidores durante la segunda carrera. Este domingo, y durante el primer encierro, fueron cuatro personas las que tuvieron que ser atendidas tras una vertiginosa carrera ante las astas.
Información publicada en Navarra.com
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX