Natural largo de Toñete en la plaza de Ronda. Fotografía: Manuel Vasco.
El madrileño, de raíces navarras, dejó muy buena imagen en el coso malagueño y estuvo por encima de la materia prima.
Ganado: Seis erales de Aguadulce, correctos de presentación pero deslucidos en general.
Novilleros: Juan Márquez (ovación en ambos), Antonio Catalán “Toñete” (ovación y oreja) y Carlos Llandrés (ovación y oreja).
Incidencias: Plaza de toros de Ronda (Málaga). Un cuarto de plaza. Novillada sin picadores que abrió la Feria de Pedro Romero.
Tras los triunfos logrados en Almería –triunfador de la novillada-, en la madrileña Alalpardo –premio a la mejor faena- y en Palencia –donde cortó un rabo-, el novillero Antonio Catalán “Toñete” lució oficio el viernes pasado en toda su labor a lo largo de su actuación en el mítico coso rondeño.
En primer lugar, tuvo un animal que embestía con el pitón de fuera y se quedaba corto, de esos que obligan a tocar las teclas. El joven, madrileño de ascendencia corellana, mostró ante él buena actitud y temple, y tuvo siempre claras las ideas. Perdió la oreja por la espada, pero recibió una cálida ovación.
El segundo de su lote, quinto del festejo, tuvo geniecito y poca clase. Toñete puso raza y expresión en su quehacer. Pese a su juventud, ofreció recursos y capacidad ante un animal que no le regaló dos embestidas iguales. En esta ocasión, mató de una estocada y cortó una oreja ganada a pulso.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX