De izda. a dcha., Julio Campano, Leo Valadez, Javier Marín y Luis Miguel Campano en la plaza de tientas de Valdeolivas.
Compartió tentadero en la ganadería Valdeolivas con Julio Campano, Luis Miguel Encabo y Leo Valadez.
Javier Marín va afrontar este año su tercera temporada como novillero con picadores, una campaña en la que debe torear en plazas importantes, incluida la de Pamplona. Para ello se está preparando interviniendo durante el invierno en diversos tentaderos. El último, En tierras abulenses, en Arenas de San Pedro, donde está ubicada la ganadería Valdeolivas, de procedencia Carlos Núñez y Marqués de Domecq, y cuyo propietario es Miguel Ángel Gil, hijo del fallecido Jesús Gil.
En su placita de tientas, fueron tentadas ocho utreras por los matadores de toros Julio Campano y Luis Miguel Encabo, y los novilleros Javier Marín y el mexicano Leo Valadez, que debutará con caballos el próximo día 20 en Valencia.
La primera vaca que correspondió al novillero de Cintruénigo resultó extraordinaria. Tuvo mucha transmisión, embistió con nobleza y muy humillada. Ante tal condición, la toreó en los medios por los dos pitones, con muletazos de mano baja, que, por su bravura y movilidad, era lo que pedía la utrera. Fue una faena larga, basada en el toreo fundamental y con las distancias precisas, ya que la de Valdeolivas nunca consintió las cercanías.
El buen panorama cambió con la salida de la segunda de su lote, que tuvo peor condición, sobre todo por el pitón izquierdo. Pese a ello, en el tercio le robó tres series de derechazos, llevándolo muy tapado, embebido en la muleta. En definitiva, un tentadero que fue importante para la preparación del navarro por la seriedad de la materia prima.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX