Derechazo de Luguillano al primer novillo de Santafé Martón en Rasines.
Los cinco novillos que lidió destacaron por su clase y permitieron el triunfo grande de David Luguillano y Víctor Cerrato.
La ganadería navarra Santafé Martón, de Villafranca, dejó bien alto su pabellón en la centenaria plaza cántabra de Rasines. Lidió cuatro novillos en un festival sin picar, que destacaron por su clase y que permitieron el triunfo grande David Luguillano y del becerrista andaluz Víctor Cerrato.
En un escenario que puede presumir de 250 años de existencia, entre unos muros de sillería y mampostería, Luguillano bordó el toreo, en un trasteo repleto de gusto y temple. Hubo fuerte petición de rabo pero finalmente se tuvo que conformar con las dos orejas del bravo novillo que abrió plaza.
Sí consiguió un rabo Víctor Cerrato, un joven becerrista que es de los más destacados en esa categoría del toreo. Este novillero, de La Línea, cuajó a su bravo novillo, el cuarto del festejo. El andaluz mostró sus credenciales y dejó claro que quiere llegar lejos.
Respecto a los demás actuantes, por orden de lidia, José Luis Madrigal, novillero con caballos de Madrid, dio la vuelta al ruedo tras despachar al segundo. Juan Manuel Algaba lidió el tercero; se tuvo que conformar con una ovación del público. Y cerró el festival el novillero Antonio López, que tuvo una buena actuación y dio la vuelta al ruedo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX