Con el nuevo intento de reglamento podría sufrir modificaciones hasta la Feria de San Fermín.
Pretende que la regulación de las corridas de toros quede en manos de las empresas. La nueva legislación quiere limitarse al orden público, a la seguridad y a la sanidad animal. El proyecto está en una fase de consultas previas que se cerrará el próximo miércoles.
El desarrollo de las corridas de toros, novilladas o corridas de rejones no tendrá una regulación en Navarra si sale adelante el actual proyecto de reglamento taurino que prepara la administración foral y que suprime toda referencia a cómo debe ser la lidia: los tercios en que se divide, la composición de las cuadrillas, el orden en el que deben actuar los matadores o la concesión de trofeos.
Según Diario de Navarra, aunque la postura que ha adoptado ahora el gobierno ya se avanzó de forma verbal en 2011, cuando Gobierno y taurinos negociaban la elaboración del nuevo reglamento, es la primera vez que se expresa por escrito esa intención de liberalizar la lidia en Navarra.
La exposición de motivos señala que “el control [de los espectáculos públicos] no debe ir referido al contenido u objeto propio de tales actividades”, sino a cuestiones como el orden público, la seguridad de las personas o la sanidad animal. Por plantear una analogía, del mismo modo que las autoridades no establecen en las leyes el reglamento de un partido de fútbol o de baloncesto, o el orden de las actuaciones en un festival de rock, no deben fijar el desarrollo de la lidia.
Aunque lo lógico es que los festejos sigan desarrollándose de la misma manera que hasta ahora, la nueva situación permitiría, llevada al extremo, que en Navarra se celebren corridas de toros en las que las banderillas se pusieran antes que las varas o que se utilizase el capote durante toda la lidia. De hecho, los espectáculos se desarrollarán “en la forma que decida la empresa organizadora, conforme a lo anunciado al público” y cumpliendo las condiciones que establece la ley.
Los taurinos navarros se han visto sorprendidos por una liberalización que se produce sin el consenso del sector, que conoció la intención de aprobar un nuevo reglamento taurino al abrirse el trámite de consultas previas el pasado día 2, un plazo que se cierra el próximo miércoles.
Aunque en la página de Gobierno Abierto no está el texto íntegro del proyecto de decreto, el sector maneja un borrador del departamento de Interior con fecha del 24 de octubre de 2016.
Limitaciones
El documento solo establece una serie de “limitaciones al desarrollo” de la lidia. Por ejemplo, que la faena de cada res no puede durar más de veinte minutos desde que sale al ruedo hasta su entrada en los corrales, cuando ahora son diez minutos desde que comienza la faena de muleta. También señala que solamente se pueden dar tres puyazos, colocar tres pares de banderillas y otros detalles relacionados con la muerte de la res.
El contraste con el reglamento de 1992 que rige ahora en Navarra (que, con mínimas modificaciones, es idéntico al español) es evidente, ya que fija todos los detalles de la lidia: la hora a la que tienen que estar los toreros; el color de los pañuelos que usa el presidente; que las cuadrillas están compuestas por un torero, dos picadores, tres banderilleros y un mozo de espadas; las sanciones que se pueden imponer a los picadores por salirse del sitio asignado; o cómo deben concederse los trofeos a los matadores.
De aprobarse, la normativa navarra también dejará de regular elementos como las puyas, las banderillas, los estoques o los petos, que deberán ajustarse a las reglamentaciones de otras comunidades autónomas. En la actualidad, el reglamento fija todos estos detalles: desde la longitud de la puya al peso del peto de los caballos, pasando por la longitud de los estoques o las banderillas cortas de rejoneo.
En lo relacionado con los astados, introduce una novedad notable en el apartado 16.1: “Los cuernos de las reses podrán estar manipulados, debiendo advertirse de tal circunstancia en el cartel anunciador del espectáculo”, algo que ahora está prohibido en corridas de toros y novilladas con picadores para garantizar la pureza de la lidia.
Además del reglamento nacional, aprobado en 1996, y que rige en las comunidades que no han aprobado sus propios reglamentos, Navarra, País Vasco, La Rioja, Aragón, Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Madrid tienen sus propias normas. En Francia no hay una normativa estatal que regule los espectáculos taurinos, sino que la Unión de Ciudades Taurinas de Francia aplica un reglamento (calcado del español), al que tiene que dar validez legal el alcalde de cada localidad.
Información de Fernando Hernández publicada en Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX