En un tentadero reciente Raúl Velasco y Manu Rodríguez sacan a un novillo del peto del picador Diego Ochoa..
El matador de toros Raúl Velasco tentó tres machos de Ganadería de Pincha en Lodosa
El ganadero navarro José Antonio Baigorri, propietario de Ganadería de Pincha, ya tiene diseñada la temporada próxima, en la que lidiará siete novilladas de erales, tres de añojos y una de utreros, con la que debutará en festejos con picadores. “Se trata de un paso más hacia adelante en mi trayectoria como criador de bravo. La novillada picada la lidiaré en septiembre y en una plaza fuera de Navarra. Pese a la crisis, estoy satisfecho con los resultados que voy obteniendo pero, por otro lado, soy consciente de que debo seguir depurando, seleccionando mi ganado”, explicó el lodosano.
Respecto a las novilladas sin picar, también habrá alguna novedad. “Voy a lidiar siete, como el año pasado, pero voy a debutar con cuatro erales en una feria de prestigio de La Rioja. Asimismo, espero repetir en San Adrián, donde conseguí el premio al mejor novillo, y en Autol, plaza en la que se lidiaron dos novillos de mucha calidad”, aseguró el ganadero.
Además de esas dos plazas, el ganado de Baigorri se lidió también en las de Cabanillas del Campo, Marchamalo, Sigüenza, Cogolludo y Aldeanueva de Ebro. “La temporada pasada ha sido algo más irregular que la anterior porque, por un lado, hubo tres novillos que no dieron la talla pero, por otro, hubo varios muy buenos, mejores que nunca. En conjunto, estoy contento, sobre todo porque estoy viendo el buen resultado de los nuevos sementales; sus primeros productos han ofrecido muy buen juego”, indicó el criador navarro.
Tienta de machos
José Antonio Baigorri hizo estas declaraciones después de un tentadero de machos, que corrió a cargo del buen hacer del picador Diego Ochoa y del matador de toros madrileño Raúl Velasco, que estuvo auxiliado por el subalterno navarro Juan Manuel Rodríguez “Manu” y por el novillero cordobés Andrés Jiménez “Gallo Chico”, que tiene por apoderado al zaragozano Ignacio Ríos.
El tentadero se caracterizó por la calidad del ganado y por lo completo que resultó, algo que no se ve todos los días. Al ruedo de la plaza de tientas, saltaron tres erales con el fin de pasar la prueba para convertirse en sementales. Por ello, en esta clase de tienta no se utiliza capote a la hora de llevarlos al caballo y sacarlos de él, pues lo ejemplares no pueden ser toreados, salvo que superen el examen y queden para sementales. Por ello, Velasco, Manu y Gallo Chico usaron ramas de caña.
Los tres novillos tomaron con codicia una media de ocho varas cada uno. Pese a ello, el ganadero lodosano sólo aprobó uno; es decir, decidió quemar dos, lo que permitió al diestro madrileño lucirse con la muleta y realizar dos trasteos tan medidos como templados.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX