De izda. a dcha.: Jesús Sayés (vocal del taurino), Roberto Arriazu (ganadero), Araceli Escudero (Soldaduras Arlo), Ángel López (2º premio fotografía), Jesús Asín (presidente Club Taurino de Peralta), Víctor Arriazu (ganadero), Carlos Donaire (banderillero), Burgui (representante Grupo Osés), Manuel Cañaveral (ganadero de Guadaira), Miguel Ángel Irigaray (1º premio fotografía), Mª José Vidorreta (alcaldesa) y Jose Mª Campo (vicepresidente del taurino). Fotografía: Juan Antonio Burdaspar.
El criador de bravo sevillano recibió también el trofeo al mejor novillo, por el utrero Gallardía.
El ganadero Manuel Cañaveral, titular de la ganadería Guadaira recogió el pasado sábado en Peralta el premio a la mejor novillada de la pasada feria, en un acto que contó con la presencia de setenta aficionados. El criador de bravo lo recibió de manos de Burgui, gerente de Alfalfas Osés. Asimismo, Cañaveral recibió de Jesús Sayés, vocal del Club Taurino de Peralta, el trofeo al utrero más bravo de la feria por el llamado Gallardía, número 42, lidiado en quinto lugar el 13 de septiembre por Jorge Expósito, quien recibió dos avisos del palco y el silencio del público.
La gala de entrega de premios, celebrada en el restaurante El Cortijo, y que contó la presencia de la alcaldesa, María José Vidorreta, y el empresario de la plaza, Pepe Amlguru, comenzó con la entrega de una placa al ganadero navarro Arriazu, de Ablitas, por la buena disposición que ha mostrado durante muchos años al lidiar reses en esta localidad.
Seguidamente, a Miguel Ángel Irigaray, como ganador, y Ángel López, como segundo clasificado, se les hizo entrega de los premios del concurso de fotografía taurina.
Por último, Araceli Escudero, representante de Soldaduras Arlo, entregó al subalterno calagurritano Carlos Donaire el premio correspondiente al mejor par de banderillas del pasado ciclo taurino, galardón que alcanzó por los pares que clavó el 11 de septiembre al tercero de la tarde, de Cortijo de la Sierra, toreando a las órdenes del novillero Joaquín Galdós.
Hay que recordar que los premios destinados al mejor novillero, a la mejor estocada y al mejor puyazo fueron declarados desiertos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX