El alcalde de Falces, Valentín García Olcoz, junto al vallado del encierro. Fotografía: Alberto Galdona.
El objetivo es evitar accidentes como el del año pasado, que se cobró la vida de una vecina de Pamplona.
Falces celebrará el domingo el primer Encierro de El Pilón de sus fiestas patronales. El peligroso recorrido de la carrera está flanqueado por la pared del monte y un barranco, y discurre desde la cabrería hasta el corral de El Pilón. Los accidentes ocurridos en los últimos años, sobre todo el de 2014 y el del año pasado, donde falleció una mujer de 53 años, han llevado al Gobierno de Navarra y al Ayuntamiento de la localidad a reforzar las medidas de seguridad de cara a estas fiestas.
Valentín García Olcoz, alcalde de Falces, explica que el Departamento de Interior del Gobierno de Navarra se puso en contacto con el consistorio en septiembre para exigir un plan de seguridad. Fue entonces cuando “se nombró una comisión de trabajo que elaboró un plan de seguridad”. Este borrador se mandó al Gobierno de Navarra y, a través de varias reuniones, se ha acordado un plan de mínimos. Con todo, García opina que en el plan “no está todo lo que se podría haber hecho”.
El nuevo protocolo de seguridad contempla tres grandes medidas. En primer lugar, se han unido unos tramos de barreras a la derecha de la cuesta del Pilón, en el lugar desde el que cayó la mujer fallecida el año pasado.
Además, en ese mismo punto, personal de protección civil velará para que nadie se coloque allí. También se ha prohibido el acceso a una zona concreta del recorrido que se considera la más resbaladiza y, por tanto, peligrosa para corredores y curiosos. En tercer lugar, “se ha reforzado la barandilla de acceso a las escaleras”.
Además de estas medidas, se ha instalado un sistema de megafonía para advertir a los espectadores de los espacios que no se pueden ocupar y para comunicar cualquier posible incidencia.
A este aparato de seguridad se suman un médico (aunque este año se va a intentar que sean dos), un veterinario y dos ambulancias. Además, si algún animal se desviase del recorrido, “tenemos preparada una escopeta con tranquilizantes”.
Por último, se han colocado carteles que señalan las zonas peligrosas y recuerdan la necesidad de llevar calzado adecuado y que toda persona que se sitúe en el recorrido es corredor; no se puede estar allí para mirar.
Durante el encierro del 15 de agosto del año pasado, una vecina de Pamplona de 53 años, María Carmen Asensio Villanueva, cayó desde una altura de 12 metros al perder pie. Asensio fue trasladada hasta Tafalla y, de ahí, al Complejo Hospitalario de Navarra pero falleció al mediodía del día siguiente.
Información de A, G. y Jaime Cervera para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX