Los aficionados estelleses en la finca de Cambronell Hermanos
Fue una de las primeras actividades conmemorativas del 50 aniversario de la entidad
Setenta socios del Club Taurino Estellés aprovecharon el pasado fin de semana para viajar a tierras salmantinas y visitar las dehesas donde se crían los toros de Hermanos Cambronell y de Esteban Isidro, vacada esta que luce el hierro de las cadenas de Navarra.
Los aficionados navarros hicieron la primera parada en la finca Herreros de Salvatierra, sita en Pedrosillo de los Aires. Montado a caballo y con garrocha, allí les esperaba el mayoral de Cambronell, ganadería que fue la triunfador de la pasada feria de Peralta. El conocedor les mostró dos cerrados, donde pastaban los utreros y los cuatreños, todos de variadas de capas. Tras un aperitivo, los taurinos estelleses obsequiaron a esta ganadería, de procedencia Juan Pedro Domecq, Núñez y Torrealta, con una placa de recuerdo de la visita y diversos lotes de productos de la tierra.
En la segunda jornada se desplazaron hasta el término, también salmantino, de San Pedro de Rozados, donde se ubica la dehesa Esteban Isidro, propiedad de los Chopera, de Óscar y Pablo Martínez Labiano, empresarios durante muchos años de la plaza de toros de Tudela, que crían reses procedentes de Juan Pedro Domecq y Sepúlveda. De nuevo de la mano del mayoral y sobre un remolque, los estelleses disfrutaron con la contemplación de las vacas de vientre, unas 200, de los añojos, de los sementales, de los sesenta utreros, del medio centenar de cinqueños y de los cuarenta y ocho cuatreños, destinados los dos últimos grupos a plazas como las de Santander, San Sebastián y Logroño, entre otras.
Por último, al día siguiente, 27 de febrero, regreso a Estella, no sin antes realizar una visita turística a la localidad de Lerma, punto final de una de las primeras actividades conmemorativas del cincuenta aniversario del Club Taurino Estellés.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX
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