Ídolo en la capital de Navarra, de ninguna Feria del Toro se fue de vacío.
Diego Puerta tiene el honor de ser el matador de toros que más orejas ha cortado en Pamplona a lo largo de la historia; concretamente, cuarenta y tres, además de cuatro rabos. Por otra parte, en el toreo moderno –dejando aparte, por tanto, a Machaquito-, es quien más tardes acumula en la capital navarra, tras Ruiz Miguel y Antonio Ordóñez. El diestro sevillano de San Bernardo toreó un total de treinta tardes en las quince ferias en las que estuvo presente. Cifras que dan fe de su importancia y del espacio relevante que ocupa en la Feria del Toro.
Debutó el mismo año que se instauró la citada feria, cuando apenas era un chaval de 18 años. Sorprendió, gustó y triunfó, y de qué manera. A su primer toro en la capital navarra, Margarito, número 141, un cárdeno miureño lidiado en tercer lugar, le cortó una oreja y las dos al que cerró plaza, Regatero, negro y número 6. La crítica de este periódico no tuvo ningún reparo a la hora de elogiarle: “(…) Nos brindó una actuación extraordinaria, en la que su toreo luminoso, puramente sevillano, caló en las masas como cuchillo en rollo de manteca. ¡Con qué garbo y temple empleó el capote! ¡Qué soltura y qué juego de muñeca toreando al natural con la pañosa! Y de valor no hablemos, que sus miuras le pasaban de altura e impresionaba ver al chiquillo llamarles con su voz de tal y animarles para un mejor lucimiento”.
Comenzó así la historia en Pamplona de uno de sus toreros más brillantes, más honrados, que siempre buscó, y consiguió, el triunfo en nuestra plaza, pues de ninguna feria se fue de vacío. Ausente en la de 1960, fue contratado ininterrumpidamente desde 1961 hasta 1974, año de su retirada.
En 1962, el 10 de julio, cortó el primero de los cuatro rabos que consiguió en San Fermín. Lo logró del toro Espigado, número 21, negro, de 490 kilos, segundo de los lidiados de Marqués de Domecq. Cinco años después, rubricó su feria cumbre, la más triunfal, pues saldó sus dos actuaciones con nada menos que seis orejas y dos rabos: el primero se lo cortó el 11 de julio a Pezuñita, un bravo toro de Conde de la Corte, premiado con la vuelta al ruedo; tres días después, cortó otro, al cuarto de la tarde, llamado Martillo, de Antonio Ordóñez, tras realizar una faena histórica, prodigio de temple y mando, con un estilo exquisito y con emoción, la mejor de todas las realizadas por él en la capital de Navarra.
Los triunfos se fueron sucediendo año tras año, hasta que en 1974 protagonizó su última actuación. El 9 de julio no tuvo suerte con un bronco encierro de Martínez Elizondo pero dos días después se pudo quitar la espina clavada. Ese día 11 hizo su último paseíllo en Pamplona. Se lidiaron cinco toros de Juan Pedro Domecq, con casta pero sólo dos con presencia de toros (los otros tres fueron impresentables), y un remiendo del navarro César Moreno, que tampoco mejoró de nota. Tuvo una discreta actuación, según la crítica, pero consiguió cortar una oreja del cuarto de la tarde, la última que paseó por el ruedo pamplonés.
Los cuatro toreros que más veces han toreado en Pamplona.
Ferias Paseíllos Toros lidiados Trofeos
Machaquito. 09 36 75 5 orejas.
Ruiz Miguel. 18 35 71 13 orejas.
Antonio Ordóñez. 14 32 67 32 orejas y 1 rabo.
Diego Puerta. 15 30 62 43 orejas y 4 rabos.