Salvador García Cebada, patriarca de la ganadería, fallecido el año pasado.
La plaza de toros de Pamplona ha sido el gran feudo de esta vacada gaditana. De hecho, se trata de la séptima ganadería que más veces ha lidiado en la capital navarra, con corridas de toros.
En 1982 ya lidió un toro y dos años después lidió el 6 de julio una novillada con caballos, que ofreció muy buen juego, por lo que la Casa de Misericordia le contrató una corrida de toros para 1985, año del debut de los cebaítas. A partir de ahí ha sido contratada ininterrumpidamente –excepción hecha de 1997 (renunciaron porque no tenían corrida para Pamplona)-, lo que le permitió celebrar en 2010 sus bodas de plata en Pamplona. En total, ha estado presente en 27 ferias y ha lidiado un total de 160 toros. Los últimos, el año pasado, se hicieron con el premio de la Feria del Toro a la corrida más completa.
En todo este tiempo, ha recogido muchos premios en Pamplona. El de la Feria del Toro, a la mejor corrida en conjunto del ciclo, lo ha conseguido en siete ocasiones: 1986, 1990, 1992, 1999 (compartido con Miura), 2001, 2006 y 2012.
Asimismo, cuatro de sus toros se hicieron acreedores del trofeo Carriquiri, al toro más bravo de la feria pamplonesa; concretamente, Trepador, negro, de 540 kilos, lidiado en 1990 por Emilio Muñoz, quien le cortó una oreja; Panadero, negro, de 556 kilos, lidiado dos años después por Juan Mora, quien también logró un trofeo; Manzanillo, castaño, de 530 kilos, lidiado en 1998 por Jesulín de Ubrique, que no le cortó trofeo alguno; y Segador, jabonero, de 575 kilos, lidiado en 2007 por Juan Bautista, que tampoco logró oreja alguna.
El año pasado, el 11 de mayo, la ganadería perdió a su alma mater –o pater-, a Salvador García Cebada, entrañable ganadero que se desplazaba hasta Pamplona siempre que podía. La última vez lo hizo en 2008. Tenía entonces 90 años y todavía montaba a caballo por su dehesa de La Zorrera.
Era fácilmente reconocible por su inseparable sombrero de cordobés. En aquella ocasión, reconoció que sólo acudía a una de las muchas ferias en las que lidiaba sus toros, la de Pamplona. “Me gusta mucho, vengo todos los años y a las demás ferias no voy. Me veo allí aburrido normalmente y me dicen Pamplona y parece que me ponen una inyección, y me vengo para acá. No sé qué tiene Pamplona, pero es la única feria lejos de Cádiz a la que voy”.
Los toros de Cebada Gago se han ganado un justo prestigio en la plaza de Pamplona, y también en sus calles, en los encierros sanfermineros. Debutaron el 12 de julio de 1985. Desde entonces, han protagonizado 27 encierros y se han labrado a pulso una fama de peligrosos. En los últimos 21 años han corneado a 35 corredores. Este año, los encierros se han quedado, injustamente, sin ese picante que ha dado fama a los cebaítas.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX