BRUNO MARTÍNEZ SE LUCE CON SU TOREO EN RASO DEL PORTILLO

Buen derechazo de Bruno Martíneza a una erala de Raso del Portillol

En la última prueba antes de la semifinal del Ciudad de los Almirantes, torearon seis becerristas, pero no se les puntuó y la organización les excluyó del certamen. Galería fotográfica: Silvia Olmedo.

La última jornada antes de la semifinal del certamen de tentaderos Ciudad de los Almirantes concluyó de una manera si no polémica, sí desilusionante, decepcionante. Se celebró en la localidad vallisoletana de Boecillo, donde se crían las reses bravas de Raso del Portillo, considerada la ganadería más antigua de España.

Hasta esta finca se desplazaron seis becerristas; concretamente, Ángel León; Pedro Ruiz y Alonso López, de la Escuela de Guadalajara, Jorge González, de la de El Juli, de Colmenar Viejo, Héctor Mucientes, de Salamanca, y Bruno Martínez, de la de Pamplona.

Esto jóvenes fueron recibidos por los ganaderos, Mauricio e Íñigo Gamazo, acompañados de Juan Segarra Gamazo. Habían apartado tres eralas –dos con el hierro de Raso del Portillo y otra con el de Quiñón de Valdés-, que fueron bravas en el caballo –la que toreó Bruno acudió ocho veces- y nobles, con clase y repetidoras en la muleta. La suerte de varas corrió a cargo de Rafa Agudo, el magnífico picador de la casa.

Faltaron a la cita los becerristas de Palencia, porque les coincidía con otro bolsín organizado por esa escuela, y dos de la escuela de Salamanca, a los que, al parecer, no se les había transmitido la convocatoria. La organización los consideró como no presentados.

Respecto a lo que más interesa a los aficionados navarros, Bruno Martínez se lució ante una buena erala, que tuvo fijeza y repitió humillada, con nobleza. La toreó por derechazos, naturales y ayudados, ya que, en más de una ocasión, se vio muy molestado por el viento. Remató bien las series con pases de pecho y trincherazos. Y en el trasteo hubo quietud, mando y temple. Magnífica actuación la del pamplonés, que, sin embargo, no sirvió para nada en lo referente al Ciudad de los Almirantes, aunque sí, y mucho, de cara su preparación.

Al finalizar la tienta, el público despidió con una ovación a los seis protagonistas, que abandonaron algo cabizbajos la plaza de tientas de Raso del Portillo, sabedores de que no se les iba a puntuar y de que habían quedado fuera del Ciudad de los Almirantes, pese al buen hacer que habían demostrado en el ruedo.