Bruno Martínez pasea en triunfo en Montemayor de Pililla las dos orejas del novillo que le cayó en suerte, de Monte Bayón.
Dos pinchazos previos a la estocada le impidieron pasear en triunfo los máximos trofeos. Galería fotográfica.
El novillero pamplonés Bruno Martínez intervino el sábado pasado en un festival sin picar en la localidad vallisoletana de Montemayor de Pililla, donde fue el máximo triunfador, ya que le cortó las dos orejas al tercero y último del festejo, de la ganadería local Monte Bayón.
El joven pamplonés toreó en ese festival con el salmantino Juan Sagarra, que le cortó una oreja a un novillo de toros de Tierz, y con el palentino Juan Pérez, que estuvo muy bien ante un novillo de Pepe Mayoral, pero que falló al matar y se tuvo que conformar con una oreja.
Al navarro le correspondió el tercero y último, el peor de la tarde, muy manso, abanto tras el tercer muletazo, que sólo se quería ir y buscar refugio en tablas. Pero Martínez consiguió cuajarlo, meterlo en la muleta y dibujó cinco tandas de buen corte. Tras unas manoletinas y dos pinchazos, terminó con una estocada, que le permitió cobrar las dos orejas del novillo.
La ganadería Monte Bayón pasta en tierras de Montemayor de Pililla. Su propietario, Javier Fernández, compró el año pasado una parte de la vacada del fallecido José Luis Iniesta, de procedencia Juan Pedro Domecq y Jandilla. El lote se componía de 26 vacas con sus correspondientes becerros, además de dos sementales: Zorrero III, indultado por Miguel Ángel Perera en Barcarrota en 2019 y Acusado I, indultado por el novillero Juan Carlos Carballo en Valencia de Alcántara en 2015. Fernández, quien ya criaba animales de procedencia Adelaida Rodríguez, buscó en esta nueva andadura ampliar la ganadería y dotarla de dos encastes distintos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX