AL ALCALDE DE TUDELA, CON TRISTEZA. ARTÍCULO DE OPINIÓN

Rivera Ordóñez toreando en la plaza de Tudela hace cinco años.

Rivera Ordóñez toreando en la plaza de Tudela hace cinco años.

Quiero pensar que todo se debe a una confusión. Hace casi un año, en la tertulia taurina que organizan las entidades taurinas antes de cada festejo mayor en el Hotel Tudela Bardenas, el alcalde de Tudela aseguró ante los presentes que iba a apoyar con decisión los festejos taurinos de la Feria de Santa Ana, porque la Fiesta formaba parte de las fiestas y de la cultura taurina. En este sentido, indicaba que tenía en su equipo a una gran aficionada, a la concejala de Festejos, Verónica Gomedino. Esto es cierto.

Mi decepción ha llegado al leer sus declaraciones en el especial ‘no fiestas’ de Diario de Navarra. “Ya no se estila subvencionar festejos taurinos con muerte de astados”. Me vi obligado a releer el titular. No me lo podía creer. Pensé que esa declaración formaba parte de alguna directriz de su partido. Pero tampoco me encajaba. Me resistía a creerlo.

Por ello, concluí que todo se debía a una equivocación, a un error de concepto. Vayamos por partes, señor Toquero. La única subvención que reciben los toros, el mundo taurino es la que figura en los Presupuestos Generales del Estado: 30.000 euros al Premio Nacional de Tauromaquia.

Dicho de otro modo. Los ayuntamientos no subvencionan las ferias, no. Pagan por las gestiones que realiza un empresario para confeccionar un ciclo taurino, como también pagan por la contratación de orquestas –a las que acude escasa gente- o de una pirotécnica. Es decir, se trata de pago por gestión, no de subvención.

Respecto a ese “ya no se estila”, pensemos en Francia, un país que de ‘modas’ sabe muchísimo. En el terreno taurino, el país vecino es el modelo que se debe seguir. Las ferias las organizan los ayuntamientos, que nombran una comisión taurina en la que delegan la confección de sus respectivas ferias. Estas comisiones saben que cuentan con un presupuesto, con el que contratar ganaderías y toreros. Hasta 1922, en Pamplona, fue el ayuntamiento el organizador de la feria y asumía así posibles pérdidas o beneficios, que eran más frecuentes.

Decir “no se estila” se puede considerar sinónimo de ‘no está de moda’. Señor alcalde, la moda siempre es efímera. Por eso, carece de sentido lo de no estilarse y más si pensamos que festejos taurinos se llevan celebrando desde hace seis o siete siglos. Casi nada.

Igualmente, no se entiende que el ayuntamiento se muestre partidario de apoyar los festejos populares, sin muerte de astados, y no los mayores, en los que se presencia la muerte -¡bendita muerte!- del toro. ¿Por qué vivimos de espaldas a la muerte, cuando ésta es parte de la vida y la tenemos constantemente presente en los medios de comunicación?

Considero señor Toquero que está realizando un muy buen trabajo como alcalde de Tudela. Se le ve con decisión, sin titubeos, muy seguro de sí mismo, virtudes muy importantes para dirigir el destino de una ciudad. Por eso, no debe dejarse influenciar por ‘modas’ actuales que intentan acabar con la Fiesta; al contrario, debe apostar por ella, por una de las manifestaciones culturales más identificativas de Navarra a lo largo de su historia. En esta tierra, desde siempre, el pueblo ha demandado para sus fiestas toros y vacas. Sin ganado bravo… malo.

Por ello, me gustaría que recondujese su postura hacia un apoyo abierto y declarado a la Fiesta de los toros. Y el mayor gesto en este sentido sería que el ayuntamiento organizase la próxima Feria de Santa Ana, previo nombramiento de un gestor o una comisión. Daría ejemplo a las demás localidades navarras que ofrecen festejos taurinos. No se trata de “ya no se lleva” sino de ‘apostar por’. En sus manos está. Y, salvo en materia taurina, siga así, por ese buen camino para Tudela y los tudelanos.

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